Un ferry que cubría la ruta entre Java y Bali se hundió el miércoles por la noche, dejando un saldo de al menos seis fallecidos y decenas de desaparecidos. El barco llevaba más de 60 personas a bordo, aunque las autoridades reconocen que podría haber más víctimas de las que figuran en el manifiesto.
Equipos de rescate han logrado salvar a 31 personas y continúan la búsqueda en el estrecho de Bali. Supervivientes relataron que la embarcación se inclinó varias veces antes de volcar rápidamente, lo que dificultó la evacuación.
El presidente Prabowo Subianto ordenó una respuesta inmediata desde el extranjero. Las operaciones siguen activas en la zona, una de las más transitadas del país por viajeros locales y turistas.
Indonesia enfrenta desafíos persistentes en materia de seguridad marítima, en gran parte por controles laxos y sobrecupo, una situación que complica el recuento de víctimas tras cada accidente.