La Organización de Naciones Unidas (ONU) ha emitido una grave advertencia sobre la creciente crisis alimentaria global, señalando que la combinación de conflictos armados en regiones como Siria, Yemen y el Sahel, junto con fenómenos climáticos extremos —como sequías, inundaciones e incendios forestales— están agravando la inseguridad alimentaria que afecta ya a más de 280 millones de personas en el mundo.
El secretario general de la ONU, António Guterres, ha hecho un llamado urgente a la cooperación internacional para aumentar la ayuda humanitaria y apoyar a los sistemas agrícolas vulnerables, especialmente en África, Asia y América Latina. Además, destacó la necesidad de políticas que aborden tanto las causas inmediatas como los efectos a largo plazo del cambio climático sobre la producción de alimentos.
Organismos multilaterales y ONG’s están trabajando para implementar programas de emergencia y soluciones sostenibles que puedan evitar una catástrofe humanitaria.